viernes, 12 de diciembre de 2008

ABAJO LOS REYES MAGOS

…Los reyes magos, ¿que porque?, por que si cojona.

Tengo mil razones para odiar a los reyes magos, la primera porque no se cree nadie que 3 viejetes se recorran todos los países cristianos montados en unos camellos, tira tu de los camellos toda la noche, con lo cabezones que son esos animalicos; pero haber alma de cántaro quien se cree que esos señores se recorren el mundo así, sin una infraestructura, pero claro ahora me dirás que es que son MAGOS, ya claro… y mis cojones 33… si esos tíos fueran magos estarían currando en algún casino de las vegas o se habrían preparado una mansión mágica en alguna isla mágica del caribe. Y luego esta el tema de los “abueletes”, me dirás tu que esos tíos aguantan toda la noche sin ir al baño como tres o cuatro veces, o lo que es peor, sin recriminarle nada a los pajes en plan de “no cargues así los paquetes que se van a caer a la que el camello coja un bache” o esa de “cuando yo era paje no nos quejábamos tanto, uno se andaba miles de kilómetros a pie tirando del camello, pero claro eran otros tiempos” o aquella otra “pero no ves que lo estas haciendo mal, que así no es, es al revés”, dime tu que no es para atizarle con una bicicleta con rodines en la cabeza a uno de los reyes magos.

Pero lo que siempre me ha repateado el higado con los “magos” estos es que nunca me han traído lo que quería. Aun sigo esperando aquel balón de reglamento, un berrinche mas de cuando eres pequeño, no bastaba con enterarte de que espinete era una persona con un disfraz o que chanquete había fallecido en raras circunstancias. No bastaba con todo esto, no… que les costaba a los desgraciaos echar un balón mas en el camello que lleva las cosas del futbol. Jamás recibí una carta con un “estimado niño, sentimos comunicarte que debido a la huelga de UPS nos ha sido imposible traerte tu balón”. Solo pedía eso, una explicación, no ver la cara de mi pobre madre al preguntarle por mi balón y contestarme entre sollozos “hijo mío, se les habrá olvidado, es que tienen mucho trabajo y no pueden acordarse de todo”… pero bien que se han comido los mazapanes y los polvorones, le han dado agua a los cabezones de los camellos, han ido al baño a mear y encima el muy cerdo sea meado fuera.

Por eso estoy con Papa Noel, me cae bien el gordo, un tío con cabeza. El colega firmo un contrato multimillonario con Coca-cola hace unos años, lo cual le permitió comprarse un trineo volador, no me digáis que no mola. Compárame tú un trineo volador tirado por renos que tres camellos cargados hasta los topes. Pero con un trineo volador tirado por renos, da tiempo de sobra, incluso para parar a echar una coca cola aderezada en algún bar de carretera y si me apuras en un sitio de esos de las luces rojas. Un profesional el gordo, si señor, como debe ser. Que tiene una empresa de juguetes en el polo norte, encima le acusan que si utiliza a los elfos como mano de obra barata, pero si esos pequeños hombrecillos tienen su seguridad social, seguro dental, y todos los papeles en regla. Y no es esto solo, sino que el tío fue inteligente y conociendo la ley de la oferta y la demanda decidió dejar los regalos el día 25 de diciembre, 13 días antes que los reyes de oriente, es listo el tío o no. Además menudos regalazos se dejaba el colega, un año la mega drive, al otro el General de GIJOE, una bici, etc.

A todos aquellos detractores de Papa Noel… ¡QUE OS DEN!

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