“Si algo funciona, no lo toques”.
Hace unos 7 años
comenzamos a disfrutar con el mejor ciclo de nuestra Selección. Aquel futbol que
planteaba Luis Aragonés era mucho más directo que el actual, no se sobaba tanto
la pelota hasta el aburrimiento del rival, con laterales largos (Puyol y
Capdevila), jugadores alternando posiciones en banda y centro (Villa, Silva e
Iniesta), y cuando el plan A no funcionaba se intentaba llevar el juego hasta
la línea de fondo para centrar. Con la llegada de Del Bosque, el estilo no varía
demasiado pero el ritmo baja, la posesión de balón aumenta hasta cotas del 80%,
mas pase corto, mucho juego entre líneas, el balón llega poco a banda salvo las
apariciones de Navas como plan B. Parecía lógico que los rivales intentaran
quitar el balón para ganar a España pero esta solución no les sirvió a Italia,
Alemania y Holanda. Nadie puede disputar el balón a la campeona del mundo.
La solución para ganar a
España estaba inventada. La encontró un tal Mou hace un par de añitos en sus
enfrentamientos contra el FC Barcelona, si no puedes arrebatarle el balón, al
menos consigue que lo tengan el menor tiempo posible. Una presión fuerte, un
juego duro rozando la legalidad y contras mortales, fue la receta. Con aquella
receta, el Madrid termino con un balance a favor en los enfrentamientos
directos. Ahogas la salida del rival con 3 jugadores presionando en primera línea,
adelantas la defensa para que el campo se reduzca a 40 metros en los que tienes
a 20 jugadores disputándose la pelotita, sin espacios para dar un pase sin que
tropiece con una pierna, y si el balón tiene la suerte de llegar a algún jugador
este se encuentra con 2-3 rivales que le ahogan hasta que fuerzan el fallo y
pierde el balón. Con ello la posesión del rival sigue siendo la misma pero menos
efectiva, reduces el número de llegadas al área y con ello las ocasiones de
gol. Arriesgas dejando espacios a tu espalda, pero España no tiene un Leo Messi
en sus filas.
Ayer Luis Felipe Scolari,
un buen entrenador y gran estratega, había hecho los deberes. Todos hemos oído multitud
de ocasiones que el estilo de La Roja es el estilo del Barça. Puesto que así
parece, la solución era obvia. Brasil no cambio su alineación ni su estilo de
juego, todo el campeonato parecía haber sido un entrenamiento para este día. La
alineación era clara, 3 jugadores en punta para presionar la primera línea de
España y además lanzar la contra rápidamente. La punta del tridente con Hulk,
Fred y Neymar. Un centro del campo rocoso con Luis Gustavo y Paulinho, apoyados
por la mejor versión de Oscar, que no dejo recibir ni un solo balón a la zona
de creación española, ahogaba sus ideas no dejando espacio para controlar. Atrás,
la zaga Canarinha con dos laterales largos (Dani Alves y Marcelo) y las Torres
que son Tiago Silva y David Luiz que dominaban el juego aéreo y el campo
abierto a sus espaldas. Brasil paraba a España en seco y lanzaba la contra rápidamente.
Las ordenes claras, el balón debía pasar rápidamente de la defensa al ataque.
España no fue capaz de salir de su apatía, ya habitual. Sin plan B, cayó sumida
en el caos que planteaba Brasil.
Hoy todo el mundo critica
a Torres, Arbeloa, Ramos o Casillas. Pero yo creo, que la culpa esta en un
modelo que ha sido valido durante 5 años. Aunque al fin, alguien ha entendido
que la única forma de ganar, es planteando una presión asfixiante y futbol físico.
Ante eso España no tiene respuesta, ayer fueron inferiores física y tácticamente.
Y en la técnica no son tan superiores al Jogo Bonito.
“Renovarse o morir”.